sábado, 8 de junio de 2013

Dime, si te dijera que te voy a olvidar, ¿me creerías?

Hay cosas que no pasan, porque no tienen que pasar.

Mil veces me dijiste que me olvidarías, y mil veces volviste diciéndome que no, que no podías. Cuántas veces pensé que no volvería a sentir tus manos, que no volvería a notar tu respiración en mi oído. Pero es que siempre vuelves, como septiembre. Pero supongo que no te vas, porque no te tienes que ir, porque te quedarías conmigo aunque doliera, ¿y si no es así, por qué es? Sea por lo que sea, quédate.
Por un millón de motivos, deberías estar orgulloso de ti.